En Latinoamérica la gente no compra solo “cosas”: compra confianza, identidad y pertenencia. Por eso hay panaderías de barrio que venden más que cadenas enormes; fintechs que crecieron en plena crisis; marcas locales que hoy exportan. ¿El común denominador? Branding bien hecho: claro, consistente y con propósito.
Piensa en tu marca: si mañana desaparece tu logo de tus piezas, ¿la gente seguiría diciendo “esto es muy nosotros”? Si dudas, este paso a paso es para ti. Vamos a ordenar la casa para que tu marca se recuerde, se recomiende y se pague mejor.
¿Qué es el branding?
El branding es el proceso de definir, construir y gestionar una marca para ocupar un lugar único en la mente (y el corazón) de tu audiencia. No es solo un logo: es estrategia + identidad + experiencia.
Elementos que orquesta el branding:
Estrategia: propósito, promesa y posicionamiento (¿por qué existes? ¿qué haces mejor? ¿para quién?).
Identidad visual: logo, paleta de colores, tipografías, estilo de fotos/ilustraciones, motion.
Voz y tono: cómo hablas en WhatsApp, Instagram, LinkedIn, mailings o atención al cliente.
Experiencia: desde el “hola” en redes hasta la entrega, el unboxing y la postventa.
Reputación: testimonios, casos, NPS, respuestas ante errores (sí, también eso es branding).
Haz una pequeña prueba. Intenta ocultar tu logo en un post, landing o folleto. Si igual “suena” a tu marca, vas bien. Si no, falta coherencia.
Tipos de branding
Aunque solemos asociar branding con grandes empresas, la verdad es que cualquier persona u organización puede gestionarlo. Estos son los principales tipos:
Branding personal
Es el trabajo de tu marca personal. Muy usado por freelancers, consultores, creadores de contenido e incluso ejecutivos que quieren diferenciarse en LinkedIn o en el mercado laboral.Branding corporativo
El de empresas de todos los tamaños, desde una startup fintech en México hasta una cadena de cafés en Argentina. Aquí se centra nuestro artículo, porque es el que más impacto tiene en ventas, expansión y cultura de empresa.Employer branding
Se refiere a cómo una empresa proyecta su marca como empleadora. Es clave para atraer talento en mercados competitivos.Cobranding
Cuando dos marcas se juntan para potenciar su alcance y credibilidad.

¿Por qué es importante el branding corporativo?
En un mercado saturado, ya no basta con tener un buen producto o un precio bajo. Las personas eligen (y pagan más) por marcas con las que se identifican.
Diferenciación real: si vendes café, compites con miles. Pero si comunicas que tu café viene de productores colombianos certificados, con historias de sus familias, ya no es solo café: es identidad.
Construcción de confianza: en países donde hay desconfianza hacia empresas o gobiernos, las marcas que transmiten transparencia, coherencia y propósito generan lealtad a largo plazo.
Valor emocional: Nike no vende tenis; vende la sensación de ser atleta. En LATAM, Rappi no solo entrega comida: vende tiempo y conveniencia.
Preferencia incluso sobre el precio: Coca-Cola, Netflix, Mercado Pago o Natura han demostrado que cuando hay branding fuerte, el cliente prefiere tu marca aunque exista una alternativa más barata.
En definitiva, el branding corporativo es lo que convierte un producto común en una marca querida, recordada y defendida por los consumidores. Tienes el mejor producto del universo, pero si nadie lo idetifica con una marca, será difícil que lo puedas vender.
Pero… ¿qué es una marca realmente?
Mucha gente piensa que una marca es solo un logotipo bonito o un eslogan pegajoso. Pero en realidad, una marca es mucho más que eso:
Es el conjunto de emociones, recuerdos y experiencias que una persona asocia contigo.
Es cómo se siente tu cliente cuando usa tu producto, entra a tu local o te escribe un mensaje en redes sociales.
Es la historia que cuentas… y la que otros cuentan sobre ti.
Por ejemplo:
Starbucks no vende solo café, vende el ritual de sentarte a trabajar, leer o conversar en un espacio cómodo.
En LATAM, marcas como Natura o Juan Valdez han sabido construir una narrativa alrededor de la sostenibilidad, la identidad local y la experiencia, no solo del producto.
¿Cómo se construye una marca?
La clave está en tener claros tus valores y tu público objetivo. Sin eso, todo lo demás (colores, logos, tono de voz) es maquillaje.
Valores claros:
¿Tu marca se basa en innovación, cercanía, sostenibilidad, exclusividad?
Conocimiento profundo del cliente:
¿Quién es tu buyer persona?
¿Qué problemas tiene y qué experiencias busca?
Acciones alineadas: desde el diseño del producto hasta la forma en que respondes en redes sociales.
Si dices que eres una marca cercana y divertida, pero tu atención al cliente es fría y automática, estás rompiendo tu branding.
Al final, tu marca es lo que pasa cuando no estás en la sala: lo que otros dicen y sienten sobre ti.
Cómo gestionar una marca
Antes de empezar con campañas o diseños, toda empresa debe tener claro:
Sus valores: aquello que la sostiene (innovación, sostenibilidad, confianza, cercanía, etc.).
Su personalidad: cómo quiere ser percibida (formal, juvenil, disruptiva, premium, etc.).
Su identidad corporativa: tono de voz, estilo visual, colores, tipografía, etc.
Gestionar una marca significa garantizar que cada comunicación, producto o interacción refleje esa identidad. Y esto no es tarea solo del equipo de marketing: involucra a toda la organización, desde ventas hasta servicio al cliente.
Pasos para crear una estrategia de branding desde cero
1. Crea una propuesta de valor propia
Piensa en el “porqué” de tu marca. Es decir, piensa porqué estás creando tu marca. Cuál va ser la razón de su existencia.
Puede ser estatus, bienestar, salud, exclusividad, originalidad, aventura, solidaridad, sostenibilidad. Es decir, ese objetivo profundo que te lleva a crear un producto o servicio para plasmarlo.
Por lo tanto, la propuesta de valor es la razón de existir de tu marca.
En esta fase es muy importante que pienses qué es lo que querían hacer los fundadores cuando crearon el negocio.
En el caso de ThePowerMBA tenemos muy claro que lo que mueve a la empresa desde el principio es la idea de democratizar la educación.
Y esta idea es la que se ha plasmado en cada estrategia de branding. Es la que nos ha ayudado a transmitir cada mensaje a nuestro público objetivo.
A menudo esta propuesta se convierte en una frase que se acaba asociando con la marca. Y se acaba convirtiendo en el eslogan de la empresa.
Otro ejemplo interesante es el de Airbnb. Su propósito es ayudar a la gente a que entienda que puede pertenecer a cualquier lugar del mundo.
De esta forma, Douglas John Atkin, uno de los creadores de la marca de Airbnb, dice que para comprender cuál es el universo detrás de una marca, es de mucha utilidad mantener conversaciones con los consumidores y colaboradores.
"Para comprender cuál es el universo detrás de una marca, es de mucha utilidad mantener conversaciones con los consumidores y colaboradores."
Douglas John Atkin (uno de los creadores de la marca de Airbnb)
Te ayuda a comprender por qué creen en la empresa. Te ayuda a entender cuál es el verdadero propósito de la empresa.
Así que antes de crear una historia alrededor de tu marca, escucha con mucha atención a la gente que hay alrededor de ella.
2. Define cómo vas a plasmar tu propósito. Define la promesa de tu marca.
Una vez tengas claro por qué quieres crear tu empresa, piensa bien cómo vas a conseguir ese propósito.
Es decir, analiza qué producto o servicio puede adaptarse a tu propuesta de valor.
En nuestro caso, tras analizar el nicho de la educación, nos dimos cuenta de que no había nadie ofreciendo una propuesta innovadora (cosa que sí ocurría en muchos otros sectores).
También nos dimos cuenta de que no todo el mundo podía acceder a una formación de negocios completa y de calidad si no pagaba una cantidad desmesurada de dinero.
Así fue como descubrimos que era necesario democratizar la educación. Es decir: ofrecer formación de muchísima calidad a un precio asequible. Y esto era posible gracias a un máster online no oficial.
Otro ejemplo sería el de Nike. Nike cree que puede convertir a cualquier persona en un atleta. Además, piensa que es posible hacerlo en un mundo más sostenible. Y esto lo consigue gracias a sus productos deportivos.
3. Ahora toca pensar en los atributos de tu marca…
Cuando hayas decidido cuál es el propósito y la promesa de tu marca, toca pensar en cómo vas a transmitir esa propuesta de valor a tu público objetivo.
Es decir, cómo vas a conseguir que la gente se enamore de tu marca.
Para ello, piensa bien cuál va a ser la personalidad de tu empresa. Es decir, cuál va a ser su tono de voz, su imagen corporativa, su diseño, los canales de comunicación en los que se centrará, etc.
4. …Esto te servirá para posicionarte
Gracias al estudio del propósito, de la promesa y de los atributos de tu marca, vas a poder posicionarla en el mercado.
Es necesario que pienses en cuáles son tus objetivos comerciales y en el valor que va a ofrecer tu producto o servicio.
En el caso de ThePowerMBA nos hemos querido posicionar como una empresa disruptiva e innovadora. La gente más inquieta y los “early adopters” fueron los primeros en animarse con nuestra propuesta.
Pero poco a poco, se fue animando más gente. Y a día de hoy podemos decir que ya contamos con más de 60.000 alumnos en más de 90 países alrededor del mundo.
Al principio sabíamos que teníamos que crear una imagen innovadora en torno a la marca para que la gente se animara con una propuesta tan novedosa. Y luego si todo iba bien, sería cuestión de tiempo que más gente se animara.
Actualmente con el nacimiento de propuestas similares a la nuestra, nuestro posicionamiento se sigue centrando en la innovación, pero también en la diferenciación.
Por lo tanto, debes centrarte en aquel aspecto que diferencia a tu empresa de otras. Por ejemplo, en la seguridad, la experiencia del usuario o en aquello que consideres único de tu negocio.
En conclusión, posicionar significa entender lo que tu público objetivo necesita en cada momento para inclinarse por tu empresa y no por otra.
5. Trabaja la identidad corporativa
La identidad de tu marca tiene que ser consistente y estar consolidada.
De esta forma, puedes conseguir que sea fácilmente reconocible. El color que utilices o un simple icono va a ser suficiente para que la gente asocie tu marca con esos elementos.
Para ello, es fundamental que crees un universo en torno a tu marca. Que cada mensaje que transmitas sea coherente con la personalidad de la empresa.
Esta es la única forma de conseguir que la gente identifique a la marca con cada comunicación que hace y la asocie con ciertos valores, ideas, emociones, recuerdos, etc.
Para lograrlo, es muy importante crear una guía de estilo que deje claro cuál es el tono de voz de la empresa, qué colores se utilizan, etc.
A continuación te ponemos el ejemplo de ThePowerMBA para que comprendas a la perfección a qué nos referimos con consistencia de la marca:
Cada elemento de su estrategias de branding está pensada para transmitir una imagen coherente con la marca. De esta forma, en las redes sociales utiliza las siguientes imágenes:
6. Crea una imagen corporativa fácilmente distinguible
Con esto nos estamos refiriendo a la representación gráfica de la marca, es decir, a todas las cuestiones estéticas (como el diseño, los colores, la tipografía, etc.).
Las representaciones gráficas de la empresa pueden ser:
El logotipo: es el nombre que representa a la empresa (que suele ser distinto al nombre jurídico) y que refleja su personalidad. Está compuesto únicamente por letras (y a veces números, como 7Eleven), y ayuda a que los consumidores puedan identificar una marca nada más verla. Para ello, es fundamental que detrás ya exista una marca consistente. Algunos ejemplos de ello son el logotipo de Google o Disney.
El isotipo: es la representación gráfica de una marca. Algunos ejemplos de isotipos son la manzana de Apple o el tic de Nike.
Imagotipo: es la conjunción de un logotipo y un isotipo. Pero pueden separarse sin que ello afecte a la representación de la marca. Algunos ejemplos de ello son YouTube o Carrefour.
Isologo: es la representación de la marca mediante un texto y una imagen. A diferencia del imagotipo, en este caso no puede separarse la imagen del texto. Algunos ejemplos de ello son Fanta o Burger King.
Por lo general las empresas tienen un isotipo y un logotipo. Pero en ocasiones tienen una mezcla de ambos, a través de un imagotipo.
Por otra parte, para transmitir todos los mensajes de la marca, cada una escoge una tipografía concreta que esté alineada con su personalidad. Si eres una empresa más desenfadada, la tipografía será diferente a la de una empresa más seria.
En general las marcas tienen tipografías primarias y secundarias:
Las primarias son las letras más conocidas. Suelen ser las que usan en el logo.
Las secundarias o de apoyo son las letras que se utilizan en otras comunicaciones, como en las campañas de marketing o en las redes sociales.
Coca-Cola no utiliza su tipografía primaria en todas sus comunicaciones. En esta imagen puedes ver cómo utiliza la tipografía secundaria en sus redes sociales.
Además, la empresa también escoge los colores que definen la imagen de la marca. De esta forma, se puede atraer la atención de los consumidores, otorgar personalidad a la marca y diferenciarla de otros productos.
Si has oído hablar de la psicología de los colores, sabrás que cada color evoca una idea y provoca diferentes emociones. Por ello, al elegir los colores corporativos, piensa en cuáles son los atributos de tu marca y qué colores los representarán mejor.
Este es un trabajo constante que no se consigue de la noche a la mañana. Es necesario ser consistentes y que en cada comunicación o estrategia se utilice la misma gama de colores.
Por ejemplo, Coca-Cola se identifica con el color rojo y Starbucks con el color verde.
También es importante que tengas claro cuál es la imagen que transmite tu marca. Puede ser que se base en imágenes más realistas, en figuras geométricas o en dibujos de un estilo concreto.
7. Crea el eslogan de tu marca. Asegúrate de que sea impactante.
La imagen no lo es todo en una estrategia de branding. Para poder sacarle el máximo partido, es necesario que se complemente con textos persuasivos.
El poder de las palabras es indiscutible. Y por ello, es muy importante trabajar el copywriting.
De hecho, algunas marcas lo hacen tan bien que consiguen ser recordadas por sus lemas. Por ejemplo, Nike y su eslogan “Just Do it” o McDonalds con su eslogan “I´m loving it”.
Generalmente se opta por establecer eslóganes como apoyo del logotipo de la marca y en estrategias de marketing concretas.
Algunos eslóganes sobreviven siempre, pero otros van cambiando en función del posicionamiento de la empresa.
8. Define cuál es el tono de voz de tu marca
Todo lo citado anteriormente te va a ayudar a crear una identidad corporativa sólida. Pero además, es fundamental que la marca tenga una voz propia.
Para ello, una vez sepas quién es tu buyer persona y cuáles son los atributos de tu marca, piensa bien cuál va a ser el tono de voz con el que vas a conectar más con tu público objetivo.
Por ejemplo, en ThePowerMBA utilizamos un tono de voz cercano y desenfadado. A pesar de ser una escuela de negocios, nuestro público objetivo se compone de gente inquieta que se anima con propuestas innovadoras.
Por ello, a diferencia de lo que hacen casi todas las escuelas de negocio, en nuestro caso no hemos querido tener un tono serio, sino todo lo contrario: un tono gracioso y cercano.
Esto nos caracteriza y nos diferencia de la competencia.
No obstante, aunque tu voz siempre sea la misma, el tono puede cambiar en función de los canales y las audiencias. En nuestro caso, no utilizamos el mismo tono en LinkedIn, en Instagram y en el blog. En cada caso, lo adaptamos al canal y a la audiencia.
Pero lo fundamental es que en todo momento el tono de voz guarde consistencia. Esto junto con la representación gráfica va a formar la personalidad de tu marca.
9. Ten siempre en mente la idea de generar emociones en tu público
Seguro que más de una vez has oído esta frase: “los recuerdos se olvidan, pero las emociones permanecen”.
Está comprobado que el 95% de las compras son emocionales. Es decir, que aunque creamos que compramos de forma racional, la realidad es que siempre hay un deseo más profundo.
Puede ser que te creas que te compras un coche de lujo porque lo has pensado bien y te compensa. Pero la realidad es que lo compras por el deseo de mostrar estatus.
Lo mismo pasa con los relojes caros. La gente los compra para demostrar su poder y mostrar estatus.
Por lo tanto, no se compra con la cabeza, sino con las emociones.
Esto es lo que tienen que entender las marcas. Que la gente compra de forma inconsciente.
Aquellas empresas que lo entienden, son capaces de llegar a las mentes y los corazones de los consumidores, y finalmente consiguen triunfar.
Un buen ejemplo de ello es Harley Davidson. Sus motos son más caras, pero la gente está dispuesta a comprarlas porque la empresa ha sabido apelar a las emociones.
No vende solamente motocicletas, sino que vende un estilo de vida donde sus clientes pueden ser aventureros. Les ofrece la sensación de libertad.
A continuación te dejamos un anuncio de Harley Davidson que te va a ayudar a entender cómo consigue llegar a los corazones de sus clientes:
https://www.youtube.com/watch?v=2SfkqaKnScE&ab_channel=TheJack2903
En conclusión, encuentra la manera de conectar con tu público objetivo a nivel emocional.
10. La flexibilidad es indispensable en cualquier estrategia de branding
Vivimos en un mundo que cambia constantemente. Por ello, los profesionales del marketing tienen que ser flexibles y saber adaptarse a los cambios rápidamente. Tienen que saber hacer rebranding.
Esto no significa que tu marca vaya a dejar de ser consistente. Simplemente que partiendo de su identidad corporativa, se va a adaptar a los tiempos. De otra forma, probablemente no consiga sobrevivir.
Por lo tanto, no tengas miedo a los cambios. Que algo haya funcionado en el pasado, no significa que lo vaya a hacer ahora.
Para que entiendas mejor este concepto, a continuación te ponemos algunos ejemplos de flexibilidad en las estrategias de branding:
McDonald´s: realizó un cambio en su imagen empresarial. En la década de 1990 y principios de la década de los 2000, se convirtió en una cadena de comida basura. No quería tener esa imagen. Por ello, invirtió en rebranding. De esta manera, su color cambió al verde y pasó a ofrecer alimentos más saludables. Así es como pretende ganarse una imagen de un restaurante de mayor calidad.
Apple: cuando Steve Jobs se hizo cargo de la compañía en 1997, convirtió la marca en una minimalista y moderna. Se centró en ofrecer experiencias, más que productos. Además, cambió su nombre de Apple Computer a Apple. Y así logró aumentar su cuota de mercado. Por otra parte, determinó su target a través de su eslogan “Think Different”.
11. Incentiva la participación de todos los empleados
Para lograr la consistencia en la empresa, es necesario que crees una guía de estilo para todos los empleados.
De esta forma, estarán alineados con la estrategia de branding de la empresa, y la imagen será más consistente.
Por lo tanto, si tu marca es más desenfadada en las redes sociales, los comerciales tienen que actuar de la misma forma. No sería coherente si fueran serios y aburridos.
12. No te olvides de la lealtad a los clientes
Con esto queremos decir que una vez has trabajado el branding y los clientes te han elegido, es fundamental que recompenses su elección.
Los consumidores han dedicado parte de su tiempo para escribir sobre ti, para recomendar tus productos a sus amigos y para ser embajadores de tu marca. Y esto merece un premio.
Puedes publicar un sorteo, ofrecer descuentos, organizar un evento, etc. Piensa en algo que sirva como recompensa para tus clientes.
De esta forma, vas a poder forjar con ellos una relación duradera en el tiempo. Y esto se va a traducir en más ganancias para tu empresa.
En conclusión, la estrategia de branding te va a ayudar a conectar con tu público objetivo hasta tal punto que decida elegir a tu empresa frente a la competencia una y otra vez.
Trabájala bien y verás cómo todo el esfuerzo se va a traducir en beneficios para la compañía.
Posiciona y diferencia tu marca en el mercado
El posicionamiento es el lugar que ocupa tu marca en la mente de los consumidores. No se trata solo de qué vendes, sino de cómo eres percibido frente a tus competidores. La diferenciación, por su parte, es lo que te hace único, el motivo por el que alguien te elegiría a ti y no a otra empresa.
Para definirlo bien, necesitas responder:
¿Qué valor ofreces que otros no ofrecen?
¿Por qué tu público debería preferirte aunque existan alternativas más baratas?
¿Qué emoción o idea clave quieres que quede asociada a tu marca?
ThePowerMBA se posicionó desde el inicio como una alternativa disruptiva a los másteres tradicionales de negocios. Innovación, accesibilidad y flexibilidad fueron los pilares de su diferenciación.
Nike se posiciona como la marca que convierte a cualquier persona en un atleta, transmitiendo superación personal y espíritu competitivo.

Estrategias clave para posicionar tu marca:
Define tu territorio de marca → ¿Quieres destacar por innovación, calidad, sostenibilidad, exclusividad, precio, cercanía…?
Identifica a tus early adopters → Ellos serán los primeros en validarte y en difundir tu mensaje.
Refuerza tu propuesta con consistencia → Cada acción, desde tu web hasta tu atención al cliente, debe reforzar el mismo posicionamiento.
Monitorea la percepción del público → No basta con definir cómo quieres ser visto, necesitas comprobar si realmente te perciben así (encuestas, redes sociales, reseñas).
Usa mapas de posicionamiento (matrices de 2 ejes, como precio/calidad o innovación/tradición) para visualizar en qué punto está tu marca y dónde puedes diferenciarte.
En conclusión, posicionar tu marca es ocupar un espacio propio en el mercado, y diferenciarla es blindar ese espacio frente a la competencia. Si no te diferencias, solo competirás por precio.
Posicionamiento de marca: ejemplos de diferenciación
Para entender mejor cómo funciona el posicionamiento y la diferenciación, veamos algunos ejemplos de marcas que han sabido ocupar un lugar único en la mente de los consumidores:
Marca | Posicionamiento principal | Diferenciación clave |
|---|---|---|
Nike | El deporte es para todos | Inspira a cualquiera a sentirse atleta con su lema Just Do It. |
Apple | Tecnología premium, intuitiva y creativa | Ecosistema integrado y diseño minimalista que transmite exclusividad. |
IKEA | Hogar accesible y funcional | Diseños prácticos, económicos y adaptados a la vida moderna. |
Tesla | Innovación y sostenibilidad | Liderazgo en movilidad eléctrica y visión futurista. |
Coca-Cola | Felicidad y conexión emocional | Branding icónico que apela a recuerdos y momentos compartidos. |
ThePowerMBA | Educación disruptiva y accesible | Programas online de calidad a precios asequibles, rompiendo el modelo tradicional. |
El branding no es solo un logotipo ni una campaña bonita en redes sociales. Es la suma de todas las percepciones, emociones y experiencias que tu marca genera en las personas. Una estrategia de branding bien trabajada puede convertir un producto común en un objeto de deseo, y una empresa más en una marca inolvidable.
Invertir en branding significa invertir en confianza, lealtad y diferenciación. Piensa en las marcas que admiras: todas han sabido conectar con tu corazón antes que con tu bolsillo. Y ese es el verdadero poder del branding.
Tu marca también puede lograrlo si trabajas con coherencia, autenticidad y constancia. Recuerda: no importa el tamaño de tu empresa, lo que importa es lo que logras transmitir y cómo haces sentir a tus clientes.
Preguntas frecuentes sobre branding
1. ¿Cuál es la diferencia entre branding y marketing?
El marketing se enfoca en promocionar productos y generar ventas en el corto plazo. El branding, en cambio, construye la identidad y la percepción de la marca en la mente del consumidor a largo plazo.
2. ¿Cuánto tiempo tarda en dar resultados una estrategia de branding?
Depende de la constancia y la coherencia de tus acciones. Algunas marcas logran avances visibles en meses, pero el branding sólido es un trabajo continuo que puede tomar años.
3. ¿Es necesario invertir mucho dinero en branding?
No siempre. Existen estrategias accesibles: desde definir un tono de voz coherente hasta mantener una identidad visual clara. La clave no es el presupuesto, sino la consistencia.
4. ¿Qué errores debo evitar en branding?
Los más comunes son: cambiar de identidad visual sin estrategia, copiar a la competencia, comunicar mensajes contradictorios y no escuchar a los clientes.
5. ¿El branding es solo para grandes empresas?
No. De hecho, para startups y pymes es aún más crucial, porque les permite diferenciarse en mercados competitivos y generar confianza desde el inicio.
